Frente a otros dispositivos de luz, la iluminación led presenta toda una serie de ventajas que hacen más atractivo su uso y nos introduce a una nueva tecnología más eficaz y respetuosa con el medio ambiente. Aquí destacamos algunas de sus numerosas ventajas.
Ahorro energético
La tarifa eléctrica ha subido considerablemente en los últimos años. Ante tal situación, es importante tener electrodomésticos y dispositivos más eficientes energéticamente para poder ahorrar en gastos. Entre estos productos encontramos la iluminación led. El ahorro que podemos obtener depende de los vatios que se consuman y los gastos de mantenimiento. Las bombillas led consumen hasta un 85% menos de electricidad que las bombillas incandescentes, y esto se ve reflejado en la factura de la luz, ya que con una iluminación led puedes ahorrar hasta un 90%. Las bombillas led tienen una mayor eficiencia lumínica, alcanzando los 130-150 lúmenes por vatio aquellas que son más eficientes. Para poder comparar, una bombilla halógena puede alcanzar los 20-25 lúmenes por vatio. Aunque la inversión inicial puede resultar elevada, instalar iluminación led en nuestra vivienda nos garantiza un ahorro seguro. Su consumo es 2,5 veces menor que una bombilla de bajo consumo tradicional, y 8,9 veces menor que una bombilla incandescente de toda la vida.
Seguridad
Las bombillas led carecen de filamentos o componentes de fácil rotura y su degradación es gradual. Tienen una duración de hasta 50.000 horas, lo que significa una durabilidad de entre 10-30 años dependiendo de su uso, pero teniendo en cuenta una media de 10 horas diarias 300 días al año. Eso hace que los costes de mantenimiento y remplazo disminuyan considerablemente. Además la posibilidad de alimentarse a 12V y 24V reduce los riesgos por electrocución. Otro de los aspectos a tener en cuenta es que la iluminación led al consumir poca energía, emite poco calor, lo que reduce la posibilidad de quemarse por contacto directo.
Respetuosa con el medio ambiente
Son totalmente ecológicas y reciclables, no contienen tungsteno, mercurio, ni otros materiales tóxicos como las lámparas fluorescentes o las bombillas de bajo consumo CFL. Según un informe del Instituto Politécnico Rensselaer, si en el mundo se sustituyeran todas las bombillas convencionales por bombillas led, en un periodo de 10 años el consumo de carbón se reduciría en casi 153 millones de kilolitros, se necesitarían 230 plantas nucleares menos y las emisiones de dióxido de carbono disminuirían en 10 millones de toneladas. Sin duda, merece la pena renovar la iluminación en nuestros hogares.