La biomasa, hoy en día, se ha convertido en uno de los combustibles de referencia para planificar instalaciones de energía eléctrica, o de generación de calor, en el ámbito de las energías renovables.
Cuando hablamos de biomasa, nos referimos a toda aquella materia orgánica de origen vegetal o animal, que es aprovechada energéticamente mediante unos procesos de oxidación, ya sea por gasificación, pirólisis o combustión. Además de esto, se considera una fracción orgánica, la cual procede de los 
residuos, tanto urbanos como de origen industrial.
A la hora de estudiar los tipos de biomasa que hay y las distintas alternativas en la elección de combustible biomástico, se tendrá que enfocar y centrar, en todos aquellos que tienen una distribución comercial buena y adecuada, o en los que tengan una facilidad de acceso desde un punto de vista geográfico.
Estas alternativas se reducen en los pallets, las astillas y los residuos agroindustriales.
PALLETS
Los pallets son un tipo de biomasa, en es especifico un biocombustible, estandarizado de forma cilíndrica, el cual procede de la palletización de derivados celulósicos de la madera. Con un proceso de trituración y compactación a unas altas presiones, se forman todas aquellas partículas cilíndricas, mediante unos rodillos que obligan a que el material pase a través de unas matrices perforadas.
Así se produce un combustible muy fácil de transportar y con varias prestaciones finales.
Existe una certificación de calidad, la cual garantiza la procedencia, la calidad de los pallets certificados y los distintos sistemas de comercialización y distribución de aquel producto. Hay tres tipos de categorías:
- A1: pallets que proceden de madera virgen o residuos de madrera sin ningún tratamiento químico y bajos contenidos en residuos y cenizas.
- A2: Pallets que proceden de la madera virgen o residuos sin ningún tratamiento químico, pero con contenidos más altos de nitrógeno, cloro y cenizas.
- B: pallets que proceden de maderas recicladas o residuos industriales sin ningún tratamiento químico.
ATISLLAS
Las astillas, son un tipo de biomasa con un proceso más simple de trituración, ya que se presentan en trozos de longitud entre unos 5 y 50 mm en la dirección con la fibra. Este tipo, cuenta con un poder 
calorífico más reducido y su densidad esta por los 200 o 300 kg/m3, lo que hace que haya mayores volúmenes de almacenamiento para la misma cantidad de energía. El porcentaje que hay de humedad y que es más habitual ronda por un 25%. Esto hace que no suponga que no existan astillas más secas, pero que a costa de procesos de secado más intensivo si que incrementen los costes del producto.
En este caso, la biomasa produce más ceniza que los pallets, alcanzando niveles del 1%, lo que hace que los trabajos de limpieza, recogida de cenizas y mantenimiento se incrementen notablemente.
RESIDUOS AGRIOINDUSTRIALES
Se recogen los residuos procedentes de la industria agrícola, como huesos de aceituna, restos, cascaras de frutos secos, etc.
Las características térmicas y físicas de este tipo de combustible varían según la función de su procedencia y del tipo de procesos a los que se someten, pero, sin embargo, suelen tener altos poderes caloríficos, con unos porcentajes de humedad elevados y contenidos con cenizas altos.
A la hora de escoger entre los tipos de biomasa, se debe de sopesar diferentes parámetros y tener en cuenta algunos aspectos de disponibilidad local, lo cual hace que abarate los costes de transporta y distribución, el precio de la unidad utilizada o el espacio disponible que hay para el almacenamiento del combustible y de su trasiego hasta la caldera de combustión.
