En estos tiempos de emergencia climática, la energía solar se ha convertido en un factor clave, y cada vez más empresas se plantean el uso de energías renovables en vez de energías fósiles, para reducir el impacto medioambiental.
Esta energía se obtiene gracias a la radiación electromagnética del sol, se trata de energía renovable ya que se extrae de una fuente natural e inagotable.
Los paneles fotovoltaicos, los heliostatos y los colectores solares captan la energía solar, mediante células fotoeléctricas, que más tarde se transforma en energía solar térmica (con temperatura) o fotovoltaica (con luz).
Esta energía puede aprovecharse pasivamente mediante técnicas de arquitectura bioclimática y sostenible: el uso de energías renovables se está expandiendo en las zonas climáticas que más sol reciben, y España es una de esas zonas. Sin embargo, aún tiene que mejorar para poder seguir transformando la energía que viene de fuentes no renovables, proveniente de fuentes renovables.
Tipos de energía solar
Los tipos se dividen dependiendo de la procedencia y el procesamiento de la energía.
-Energía solar térmica: Esta se emplea como fuente de energía a nivel doméstico o industrial, aprovechando la energía del sol (que produce calor) para transformarla en energía mecánica, y a partir de esta, en energía eléctrica.
A nivel doméstico, se trata de una instalación solar térmica de baja temperatura, que consta de colectores o captadores solares que se instalan en los tejados de los edificios o casas. Los colectores captan la radiación solar y se convierte en calor, que circula por unos tubos metálicos que generan energía para el uso doméstico.
También existen centrales solares térmicas o plantas termo solares, que son grandes terrenos llenos de colectores de energía solar de alta temperatura. En el proceso, se transforma la energía térmica en energía en energía eléctrica para abastecer la red eléctrica de grandes territorios. Hoy en día, es posible almacenar el calor económicamente para transformarla más tarde en electricidad y poder utilizarla a medida que se necesite.
-Energía solar fotovoltaica:con este tipo de energía renovable se obtiene la electricidad directamente de la radiación solar, a diferencia de la energía solar térmica. Para su obtención se emplean paneles solares fotovoltaicos, que tienen células de silicio que transforman la luz y el calor en electricidad. El aspecto que relaciona los dos tipos de energía mencionados previamente, es que pueden emplearse para uso doméstico en casa o edificios o bien en grandes instalaciones (plantas fotovoltaicas).
Estas placas no generan calor, por lo que no se puede almacenar la energía, pero con la energía sobrante se puede verter a la red de consumo.
-Energía solar pasiva: a diferencia de las dos otras energías (energía solar activa), esta no requiere de ningún mecanismo para captar energía, simplemente se emplea arquitectura bioclimática para adaptar los edificios a la climatología y conseguir el clima perfeto en cada momento.
