La agricultura ecológica es fruto del respeto del dinamismo natural de los ecosistemas y la preservación del equilibrio biológico. La tierra es un elemento de grandísima importancia, ya que nos ofrece el alimento que necesitamos, y por lo tanto hay que cuidar y mimar. El objetivo que persigue la agricultura ecológica es encontrar la armonía entre el funcionamiento de los sistemas naturales con los objetivos de los humanos, para poder obtener alimentos saludables para nuestro organismo, a la vez que se aplican prácticas sostenibles y se asegura la conservación de los recursos naturales, el bienestar de los humanos y además se contribuye con la lucha contra el calentamiento global.
¿Cuáles son las bases de la agricultura ecológica?
-Biodiversidad:
Se promueve el cultivo de diferentes tipos de plantas en el mismo campo para crear sinergias entre los cultivos. Esto recibe el nombre de asociación de cultivos, que es lo contrario a lo que hacen en la agricultura industrial, que se practica el monocultivo.
Al haber diversidad biológica agrícola, aumenta la resistencia de las plantas al cambio climático, cosa que se ha comprobado por la ciencia. Y es que, la biodiversidad garantiza la fuerza para resistir fenómenos climáticos extremos, tanto en la agricultura como en la naturaleza.
Si se potencia la biodiversidad natural, se garantiza el equilibrio para la explotación agrícola. Varios ejemplos de esto serían: insectos beneficiosos, depredadores, plantas silvestres, etc.
-No utilizar productos químicos:
La alternativa a los productos químicos para luchar contra plagas, sería hacerlo de forma natural. Introduciendo insectos beneficiosos y pájaros que se deshacen de las plagas ya que son su alimento, o también cultivar plantas que repelan a las plagas y son una atracción de insectos beneficiosos.
Algunos de los métodos para aumentar la materia orgánica y la fertilidad del terreno sin emplear productos sintéticos sería el uso de estiércol animal y compost, que son abonos naturales, como también lo es el abono verde. Además, el empleo de estos métodos supone un gran ahorro de dinero para los agricultores.
-Laboreo de la tierra:
El terreno es un ente vivo de gran complejidad, formado por una larga lista de organismos. Es fundamental hacer el mínimo laboreo, incluso ninguno en ciertas ocasiones, ya que así no se altera la complejidad del terreno.
Otro aspecto fundamental es la práctica de rotación de cultivos, con la finalidad de que el terreno no se empobrezca, sino que se enriquezca, y así también evitar plagas.
A día de hoy, millones de agricultores llevan a cabo la práctica de la agricultura ecológica, para demostrar que la agricultura ecológica es viable y puede salvar la agricultura y permitir el desarrollo rural en estos tiempos de crisis económica y ecológica.
