La Tierra recibe cada hora la energía necesaria para cubrir las necesidades energéticas anuales de todo el mundo. Esta energía proviene del Sol y la tecnología que permite aprovechar dicha energía es la llamada energía solar. A pesar de ser una fuente inagotable, reutilizable y totalmente ecológica, actualmente, solo cubre el 1% de la demanda mundial de energía.
Sistemas solares fotovoltaicos
Existen dos formas de usar la energía solar, una como fuente de calor en sistemas solares térmicos y otra como fuente de electricidad en sistemas solares fotovoltaicos. Para esta última, se utilizan paneles solares que captan la luz solar y la convierten en electricidad. Cada panel está formado por un conjunto de células o celdas que son las que se encargan de transformar la luz (fotones) en electricidad (electrones). Las células se conectan formando un circuito en serie aumentando la tensión de salida a 12 o 24 Volts. Al mismo tiempo, varias redes de circuito paralelo son conectadas para aumentar la producción eléctrica de cada panel. La corriente eléctrica que se obtiene es corriente continua y se utilizan inversores y/o convertidores de potencia para obtener corriente alterna y poder utilizarla así en nuestros hogares.
Tecnología solar pasiva
Otra forma inteligente de utilizar la energía solar, consiste en poner, por ejemplo, grandes ventanales en el lado soleado de un edificio para que la luz del Sol llegue hasta los materiales, que absorben el calor, situados en las paredes y el suelo. Dichas superficies liberan el calor durante la noche manteniendo caliente el edificio y ahorrando en consumo de energía. De igual manera, las placas absorbentes situadas en los tejados, pueden calentar el agua que pasa por las tuberías y proporcionar así agua caliente a una vivienda.
Sea de una manera u otra, la energía solar es, sin duda, una fuente inagotable de energía no contaminante y totalmente eficiente que debe ocupar un lugar primordial entre las demás fuentes de energía utilizadas en la actualidad. Además, su gran versatilidad la convierte en una excelente candidata. Las células solares producen energía solar tanto para los satélites que orbitan alrededor de la Tierra, como para iluminar edificios enteros en el centro de una ciudad o una cabaña en mitad de la montaña.
